Cuando el dolor aqueja mis entrañas y la perspectiva de la vida se curva, los pensamientos como bombas recorren cada una de las acciones, la vida se transforma en latidos silentes de angustia, cuando aferrado a mis sentimientos me enfrento a una nueva etapa, sin miedo decido caminar por la oscura tranquilidad de encontrarme en la nada. La muerte se ha ido y no veo la hora en que me llegue nuevamente la oportunidad de abrazarla fuertemente, perderla me ha dado a ganar la vida y me acongoja, pues comer, vivir y respirar están de vuelta en mi alegría. Que dolor estar vivo, y que placer no estar muerto, si las estrellas se cayeran sobre mi y me incendiaran de alegrías, fusionaría al fin mi alma con la oscuridad de mis entrañas; más la luz que como aurora manifiesta el color boreal de cambiar el paradigma. Sube en la ternura de la risa hecha galanura, entre los trinos y el cantar del día a día resarcido. Verjas retorcidas se quitan del camino. Veo las azucenas, el olmo y el olivo.
Food Engineer, Information Architect, enthusiast of electronic music and life
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