Era de noche, el alma me pedía un tiempo a solas y mi corazón rebotaba de emoción... tomé un cuadernillo, le saqué punta a mi lapiz y comencé a dibujar, mientras lo hacía proyectaba lo soñado y esperado sin saber que todo lo dibujado tarde o temprano iba a suceder... Vi al amor tomandome la mano, al silencio de bailar estando recostados y a la vida reconsiderando mi partida... Escribí sin palabras mi destino... Proyecté a mi alma en el papel y ahora todas las mañanas vuelvo al papel a dibujar mi nuevo destino... Pasa todo lo querido y Deja Vú una vez más casi atinado, pues ha sido ya reparado mi destino al constelar.
Food Engineer, Information Architect, enthusiast of electronic music and life