Ronapie

Me pregunto si la risa del invierno ya se pierde y la primavera ahonda el cambio de lado a lado un enemigo... Canta sin dulzura una nueva musica que cumple con el mito de hacer uno lo que queda sin ritmo...duerme entre la espuma de esta ola lo mundano inscrito en el altar antiguo... Ruge al tronar la carne que entre huesos viejos la hiena combate... Amarga runa que marca la tarde a un sol primitivo... Sale la estrella que mas se acerca y mueve la tierra hasta descontrolar el rito... Salgan muertos de la tierra que la hora es triste y también temprana... Luto al que sin ser amigo es parte de la vida de un ser querido... Entre las rondas que con alto derroche haya traido equilibrio a este destino... El sistema grita y el sistema arde que de quemar la mano es mejor cortarla... Y nuevo es el bendito día en que la gran familia vuelve una temporada... Salgan nuevamente muertos y vuelvan ya la espalda a esta rota y tal vez falsa esperanza... De venir tranquilos en un día soleado

Cuando el dolor aqueja mis entrañas y la perspectiva de la vida se curva, los pensamientos como bombas recorren cada una de las acciones, la vida se transforma en latidos silentes de angustia, cuando aferrado a mis sentimientos me enfrento a una nueva etapa, sin miedo decido caminar por la oscura tranquilidad de encontrarme en la nada. La muerte se ha ido y no veo la hora en que me llegue nuevamente la oportunidad de abrazarla fuertemente, perderla me ha dado a ganar la vida y me acongoja, pues comer, vivir y respirar están de vuelta en mi alegría. Que dolor estar vivo, y que placer no estar muerto, si las estrellas se cayeran sobre mi y me incendiaran de alegrías, fusionaría al fin mi alma con la oscuridad de mis entrañas; más la luz que como aurora manifiesta el color boreal de cambiar el paradigma. Sube en la ternura de la risa hecha galanura, entre los trinos y el cantar del día a día resarcido. Verjas retorcidas se quitan del camino. Veo las azucenas, el olmo y el olivo.